Inteligencia
financiera: No hay que gastar ….hay que comprar experiencias.
Cuando estamos en épocas de vacas flacas y estamos buscando ahorrar de
todas las formas posibles ¿Qué sucedería si una persona te dijera: No se trata
de ahorrar o de recisión, sino de gastar sabiamente?
Si bien el dinero no nos hace felices (aunque uno pueda pensar lo
contrario), la forma de gastar ese dinero es una real diferencia entre obtener satisfacciones
duraderas, inteligencia financiera o sólo puede aumentar nuestras
preocupaciones y quejas al respecto.
En el libro “Happy Money” (investigación conjunta entre U. de British
Columbia y Harvard) se ofrecen tres sencillos consejos para que tengamos
satisfacciones duraderas y para desarrollar un poco más acerca de nuestra
inteligencia financiera.
“La clave está en el uso inteligente
del recurso”. Acumular dinero y gastarlo no es una clave, lo importante acá
es aprender a “cómo gastar” ese dinero que se tiene.
El ser humano está programado para maximizar los recursos e ingresos y disminuir los costos, por eso siempre estamos pensando en aumentos de sueldo, generar ingresos extras, encontrarnos dinero en la calle o recibir una herencia inesperada. Todos deseamos ganar o tener más dinero del que disponemos y si no es posible hacerlos, entonces hacemos grandes sacrificios que merman nuestra “felicidad”.
Por ejemplo, cuando tenemos un mayor ingreso, empezamos a comprar cosas más
caras y mejores a ese “estatus de vida”, porque HAY que mantener un estatus y
eso es una gran fuente de estrés financiero. Por ejemplo, si ganas más, podrías
preferir comprarte un auto mejor y más caro. Sin embargo, cuando te enteras que
el consumo en vecina es alto, que los repuestos son muy caros y que las
mantenciones son demasiado caras….esa sonrisa desaparece y esa alegría inicial
se transforma en frustración.
Siguiendo estos simples consejos para aprender que el fin de lo gastado es
tanto o más importante que el monto invertido, será más feliz que muchos de
nuestros adinerados nacionales (aumentará la satisfacción):
1. ¿Qué comprar?
Lo más importante al momento de recibir un ingreso, es cancelar las cuentas
básicas para poder vivir (agua, luz, gas, dividendo o arriendo) y sin embargo,
en el estudio realizado en el libro, arrojó que las personas luego de invertir
en esos ítems, destinaban el dinero a cosas como comprar tecnología, música,
libros, videojuegos o ropa de moda.
El consejo importante que entregan en el libro, es que uno debe destinar
dinero a “comprar experiencias” y no sólo cosas materiales. Comprar cosas
materiales, sólo trae un momento pequeño de satisfacción, ya que el uso o la
pérdida de interés, hacen decaer el ánimo de lo adquirido.
Comprar experiencias, es gastar el dinero en cosas que generan placer y que
al realizarlo, generan una sensación de placer a mayor plazo en el tiempo. Por
ejemplo ir al teatro, salir a comer fuera de casa y viajar, son algunos tips
para lograr perdurar la experiencia de compra y de gasto.
Cuando se gasta dinero de ésta forma, incluso puede durar años el “buen”
recuerdo de lo gastado. Lo importante, es que esos gastos no se conviertan en
rutina, ya que su exceso, también termina aburriendo y pierde la novedad.
2. Engañar al cerebro
con el cambio de la lógica de consumo
Hoy estamos llenos de avisos que nos
dicen “compre hoy y pague mañana”, “adquiera hoy y comienza a pagar en tres
meses más”. Esa es la lógica del consumo en general y lo único que hacemos al
endeudarnos, es sentir aversión por lo comprado y lamentamos el hecho de
tenerlo (generamos una sensación negativa).
Invertir la lógica del consumo, es
“PAGAR AHORA y DISFRUTAR DESPUÉS”. Si por ejemplo cancelas en efectivo el
precio de un pasaje de avión para irte de vacaciones en tres meses más, tendrás
la alegría de tener cubiertas tus vacaciones y en el momento de viajar,
sentirás una sensación de cómo “estar” viajando gratis.
El cerebro es engañado en esos procesos
y percibe alegrías inmediatas
3. Regalos
Ésta es la parte que más me gusta a mi
“que me hagan regalos”.
Los expertos, señalan que produce un
placer mayor gastar en otros y no en uno mismo. Para entender mejor éste punto:
comprar un teléfono móvil o un televisor, es para uso personal. Si salir a
cenar o viajar, por lo general se hace de a dos y ahí está el “compartir” con
el otro, que finalmente hace más grato el momento del gasto. “El gasto social
es más duradero que el gasto individual”.
Acá en éste punto, se agregan las
donaciones, regalos y gastos grupales (que generan sensaciones más beneficiosas
a largo plazo).
Siempre hay un punto de inicio para saber cómo gastar mejor el dinero y si
aplicar alguno de estos puntos te puede ayudar a ser feliz, entonces vamos por
un buen camino.
Un abrazo,
José
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola. Gracias por demostrar que existes!!!