Errores ¿beneficio o
problema?
¿Te
has preguntado alguna vez cuánto te quieres y si la respuesta es “sí, me
quiero”, entonces te has permitido alguna vez fallar, cometer errores?
En ésta entrada, vamos a ver si equivocarse es un beneficio o problema.
Estamos
insertos en una espiral de “sólo premiar el éxito” y no queda lugar para los
errores. Una vez un profesor preguntó en clases “¿Existe en sus trabajos un
premio al error del mes?”.
Desde
que somos pequeños, nos enseñan que sólo debemos acertar y tener éxito y nos
dejan muy poco espacio para el aprendizaje de los errores. En el colegio, un
error te costaba una mala nota y en los trabajos, un error, te puede costar el
puesto laboral.
Entonces,
¿un error será beneficio o problema?
No
quiero con esto incitar a las personas a equivocarse deliberadamente o vivir
errando, la idea es que se tome conciencia de los errores que hemos cometido y
convertirlo en un beneficio, sin que dañe nuestra vida o sin que daño nuestra
autoestima.
Si
partimos del modelo científico y de los grandes descubrimientos, todos han
pasado por un período de prueba y error. El error que aparece en el ensayo, les
permite fortalecer sus procesos, ver factores que no habían considerado y
ampliar la mirada. Además, alejarse o tener una pausa, permite volver a la
carga con nuevas ideas, más abierta y más atenta.
Lo
anterior, se aplica para cualquier persona en cada área de su vida.
Veremos
algunos ejemplos de cómo errores que pudieron parecer garrafales en su minuto,
se han convertido en grandes descubrimientos.
1. Alexander Fleming. En el colegio, nos
enseñan casi como una anécdota que Fleming descubrió la penicilina, sin embargo
no nos enseñan el proceso de error que se llevó a cabo y como su propia
negligencia se convirtió en un poder sanador. Fleming, por negligencia,
descuidó muestras de prueba que estaba realizando y una de ellas se llenó de
“moho”. Él, estaba a punto de votar esas muestras y por curiosidad decidió
observar la placa. El descubrimiento que salió de su error, es algo que hasta
ese momento ningún investigador había valorado y tenemos un importante avance
en la ciencia.
2. Spencer Silver. Su nombre no es para
nada importante en la vida de inventores, sin embargo su invento, es usado a
diario en todas las oficinas. Éste señor, estaba diseñando un pegamento extra
fuerte, sin embargo una de sus fórmulas de prueba, arrojó un adhesivo suave,
sin dejar residuos y de fácil retiro. La fórmula fue rechazada y olvidada. Años
más tarde, uno de sus ayudantes utilizó ese adhesivo, para marcar las canciones
del cancionero de su iglesia y lo hizo untando un poco de adhesivo a un papel
“marcador”. Al ser retirado el papel que marcaba, no dañaba el papel y no
dejaba residuos. Es así como nacieron los Post-it que usamos en las oficinas.
3. Viagra. En el año 1992, laboratorios
Pfizer estaba probando en una población de prueba, un nuevo medicamento para
personas que sufrían problemas al corazón. Era un vaso dilatador que permitía
tener mejor calidad de vida. Cuando comenzar a revisar los análisis de las
pruebas y las entrevistas con los pacientes, descubrieron que muchos de ellos
indicaban que habían sufrido erecciones por largo tiempo. El estudio y
medicamento, iba a ser desechado como un error colateral del remedio, sin
embargo, un grupo de investigadores siguió analizando la causa colateral y
descubrieron el Viagra, uno de los medicamentos más vendidos en el mundo.
4. Percy Spencer. En la segunda guerra
mundial, éste señor fue contratado para desarrollar un potente radar para
EE.UU, por medio de las ondas “micro ondas” y generadores de alta frecuencia.
El lugar donde trabajaban, estaba cerrado y era prohibido ingresar alimentos.
Éste señor, ingresó con una barra de chocolates en su mochila (en secreto) y
después de un largo trabajo, cuando quiso comer el chocolate, se dio cuenta que
estaba derretido. Su error y descuido, pudo costarle muy caro, sin embargo
prefirió comentarlo a sus compañeros de equipo y jefes. De ahí, nació el
estudio de cómo las micro ondas afectan la temperatura de los objetos en base a
agua y se comenzó a inventar el microondas que muchos tenemos en casa
5. Constantine Fahlberg. Éste señor,
estaba haciendo pruebas de colores para tintura para el pelo, éste producto, se
hacía con bases de alquitrán. Su descuido, lo llevo un día a ir a cenar con su
mujer y no lavarse las manos. En el restaurant, se dio cuenta de que todos los
alimentos tenían sabor “dulce”. Al increpar a la cocinera, su señora le hizo
ver que sus manos estaban muy sucias y un arrebato de enojo, éste señor se
lamió la mano, dándose cuenta del sabor dulce. Con ese descuido, descubrió a
fines de 1800 la sacarina y aunque hoy está prohibido en muchas partes del
mundo por ser cancerígeno, fue el endulzante más famoso del mundo por mucho
tiempo.
Si
te fijas en todas las historias anteriores (y hay muchas más), los errores
suceden, los errores son inesperados y no creo que haya personas que van por la
vida queriendo equivocarse o hacer todo mal.
Sin
embargo, lo destacable de todo éste proceso de error, es la actitud con la que
te puedes parar y enfrentar el resultado de tu error. Una mirada positiva y con
perspectiva, te ayudará a saber encontrar mejores soluciones y aunque el error
puede no ser evitable, al menos tendrás una importante lección de vida y que te
permitirá en una segunda oportunidad, hacer las cosas bien, más atento y con
más cuidado.
El
error no es para condenarse ni tirarse para abajo, lo importante es que hagas
cosas nuevas y aprendas y nunca menosprecies un error, sino transfórmalo de un
problema a un beneficio.
Entonces,
la próxima vez que creas que te “equivocaste”, piénsalo de nuevo. Detente en
qué significa, por qué pasó, qué puedes aprender. Errar es humano, dicen, pero
es recomendable y prometedor. Los que han triunfado, están llenos de errores.
Moraleja:
Lo que es un fracaso en “A”, puede ser un éxito en “B”
Un
abrazo,
José
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Hola. Gracias por demostrar que existes!!!