Hay
palabras o frases fuertes que escuchamos y la frase de título de esta entrada,
muestra lo que somos hoy en día.
Por
un momento vamos a suponer que no tienes problemas de dinero, ni nada por el
estilo: están todas tus necesidades cubiertas.
Piensa
por un momento si estarías en el lugar donde estás o si seguirías trabajando
donde mismo o si seguirías viviendo la situación de vida que puedas estar
viviendo.
Muchas
veces no nos damos cuenta cuando estamos cayendo en la esclavitud: Quizás un
vicio como el cigarro, te hace esclavo de él. Quizás el alcohol te está
haciendo dependiente. Quizás tienes un trabajo poco motivador y todos los días
es un peso levantarse y salir a trabajar. Quizás eres esclavo de una relación
asfixiante que no te atreves a romper o dejar.
Finalmente
la esclavitud se da por miedo.
El
miedo interno que generamos cuando, por ejemplo, se nos hace ver o pensamos en
lo que pasaría si en un momento en el corto plazo dejáramos de hacer lo que hacemos.
La primera sensación que se viene al cuerpo y a la mente, es la sensación de
vacío, de extrañeza y de pensar “¿con qué voy a suplir aquello que me falta?”.
Muchas
veces nos imaginamos una serie de problemas inexistente. Un estudio científico,
demuestra que cuantas más veces pienses en un problema (real o inexistente),
más problemas asociados al mismo crearás.
Como
ejemplo de lo anterior: Juanito peleó con Juanita y se produce una pequeña
separación. Entre la pena, la rabia y el dolor, Juanito comienza a pensar en
una serie de cosas referente al problema puntual de la discusión, pero sin
embargo el “darle” vueltas al tema todo el día, lo ha hecho terminar creando
dos problemas (e incluso más) que antes no existía.
Es
como cuando pensamos en hacer un cambio o reparación en la casa, sin saber
hacerlo y nos imaginamos fracasando. En ese punto, se agregan las creencias
limitantes (que ya hablaré en otra entrada) y de cómo hemos sido perfilados en
la vida.
A
muchos de ustedes, se les debe haber enseñado que uno se tenía que esforzar
para estudiar, tener buenas notas, sacar un título en una universidad y
trabajar…..¿a alguno de ustedes les dijeron que seguía después de eso? Por
supuesto que la respuesta a la pregunta es NO. Eso no funciona, no es así y no
será así. Eso sucedía en los años “de la pera”.
Hoy
en día nadie quiere ser esclavo de nada, pero sin embargo vivimos esclavizados
a todo. Entonces puede surgir el cuestionamiento de ésta entrada ¿Qué te hace
esclavo? ¿Qué estás prefiriendo dejar de hacer en tu vida, por sentirte con
miedo y atado?
Todo
lo que queremos conseguir está un poco más lejos de nuestra zona de comodidad,
sin embargo, no somos capaces de darnos cuenta de cómo alcanzarlo y tampoco nos
queremos esforzar, porque el camino es un poco doloroso e incómodo (nuevamente
haré una entrada de la zona de comodidad).
La
peor esclavitud del hombre, debe ser la que está relacionada al dinero. Esa
esclavitud a transformar todo en el sentido de dinero y vivir una vida
miserable con tal de conseguir “cosas”.
El
mejor ejemplo de las personas esclavas del dinero, es preguntarle a alguien que
no esté satisfecho con su trabajo, si se cambiaría de trabajo por un 40% más de
lo que gana. Cuando esa persona te diga “sí, por supuesto”, entonces le
preguntas, ¿pero haciendo el mismo trabajo? Y ahí es donde está la esclavitud
más grande al dinero. Si tengo un trabajo poco motivador o estoy realizando una
labor poco motivadora, entonces debo pensar claramente el por qué estoy metido
en ese trabajo y sus motivaciones (ya haré una entrada sobre éste tema y de
cómo aprender a motivar y gestionar trabajos que te satisfagan).
La
liberación de la esclavitud no es difícil, pero debes sacar el miedo de la
miseria. Puedes liberarte de muchas formas y con un trabajo bien realizado y
planificado, pero la lo importante es que puedas ver qué cosas te hacen
dependiente y de qué forma puedes liberarte.
Hay
una historia que siempre relato, que es el elefante que de pequeño, en el
circo, le atan su pie a una estaca para que no se mueva. Como él hace esfuerzos
por liberarse, al final su mente le dice “date por vencido, no vas a poder
hacerlo”. Cuando ese elefante es adulto y ha crecido, todavía sigue atado a la
misma estaca y no hace ningún esfuerzo por liberarse. Eso, debido a que toda su
vida ha pensado que ese pequeño trozo de madera, lo retiene y es más fuerte que
él.
¿Se
imaginan al elefante? Con toda su fuerza y tamaño, tendría que hacer un pequeño
esfuerzo para salir de ese lugar y sin embargo hoy día, muchos de nosotros
somos como elefantes atrapados.
Nunca
es fácil de ver en lo que estamos “pegados”, pero puedes preguntar a los demás
y tomar acción a partir de eso.
Personalmente,
me parece mucho más cobarde una persona que no hace nada por liberarse de la
esclavitud, que alguien que trata de hacerlo y fracasa. Muchos fracasos derivan
en segundas oportunidades o en reinvenciones.
¿Qué
estás esperando para liberarte?
Un
abrazo.
José
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Hola. Gracias por demostrar que existes!!!