lunes, 13 de febrero de 2012

Tocar fondo y avanzar


Llegué a pesar 120 kilos de forma bastante fácil, comiendo sin medirme (no hay muchas más vueltas que darle al tema tampoco).

Hasta los 20 años gocé de un físico que no pasaba de los 68 kilos, practicaba artes marciales y pesas, estaba haciendo deportes siempre. Un accidente en combate de karate me dejó seis meses enyesado y dos años en recuperación sin hacer ejercicio (durante la recuperación fui gerente de un pizza hut).

Me declaro como un amante de la comida chatarra, por mi, ojala tuviera una platinium card del McDonalds o Pizza Hut y ya comprenderán lo difícil que se hace para uno el dejar de lado esa “rica” comida.

Así como vemos que en la vida de las personas, llegan a un momento en el que tocan fondo, me pasó a mí. Y tocar fondo no necesariamente tiene que ver con un tema negativo o encontrase en lo peor que puede pasar, pero si te das cuenta que es importante cambiar y hacer algo por uno.

Cuando tocas fondo estás frente a dos opciones:
1.       Te quedas estancado-pegado y no haces nada. Esto es lo más fácil de hacer, porque eso involucra no moverse de la zona de comodidad (y salir de la zona de comodidad  asusta)
2.       Decides avanzar por doloroso que parezca. Antes y durante los primeros pasos del “avanzar”, se generan miedos. A veces se tiene una sensación de inseguridad y van pasando cambios internos que son bastante frecuentes y que por lo general “paralizan”. ¿Te has visto en eso? No te avergüences, el 99% de las personas lo hemos vivido)

Hay una frase que comparto cuando veo que estoy frente a esas parálisis “fuerte y derecho”, para evitar quedarme muy pegado y acostumbrarme a esa comodidad.

Yo decidí avanzar y que me motivo a querer bajar de peso: El cambio físico, la estética, un tema profesional y por último salud. ¿Te parece raro que salud esté al último? no debería, por lo general los que tenemos sobre peso, somos bastante poco preocupados con nuestra salud y aunque no me guste decirlo, me siento parte de esa regla.

El cambio en lo físico no pasa necesariamente por un tema de falta de mujeres, creo ser bastante exitoso con las mujeres (sé que se debe en un porcentaje alto al desarrollo de personalidad), sino más bien por esa extraña sensación de satisfacción que se va teniendo.

En la parte estética es bien simple: Talla actual XXL (y en las tiendas sólo venden XL). Lamentablemente las confecciones en tamaño XXL son siempre feas y debes terminar eligiendo ropa que no te gusta, pero que es lo único que te queda bien.

En la parte profesional, en mayo comienzo una nueva etapa de mi trabajo y está relacionado al trabajo con clientes de la empresa en terreno. Para el dueño de la empresa, es importante que baje de peso, pero no es un tema vital.

Finalmente la salud y es porque me diagnosticaron resistencia a la insulina, lo que algunos llaman “la puerta a la diabetes”. Acá tengo dos opciones: Estoy sano o diabético y la verdad es que quiero intentar el “estoy sano”.

Volviendo al tema de tocar fondo, nuestra sociedad nos hace ver que tocar fondo es casi caer en lo peor que nos puede pasar y siempre le damos una connotación negativa, en mi caso he preferido asociarlo a un proceso de querer mejorar y salir a flote, algo así como una versión 2.0.

Cuando quieres salir a flote, el miedo es lo primero que te paraliza, porque debes hacer un cambio fuerte y agresivo en TÚ propio estilo de vida y salir de lo que te acomoda (se han fijado que la gente con sobrepeso siempre tiene frases de auto complacencia, aunque sea una mierda lo que están viviendo). Acá el primer muro a vencer es uno mismo, porque te vas saboteando y enviando unos negativos mensajes de auto complacencia.

Lo anterior, sólo se soluciona siendo sincero y fiel a lo que crees que está bien. No hay muchas más vueltas que darle

El segundo problema, es la parte social. Si estamos acostumbrados a vivir con una familia disfuncional alimenticia (como la mía), se hace más difícil, porque ellos te hacen la pega más pesada y si a eso le sumas un grupo de amigos sibaritas, la cosa se complica aún más. Como ejemplo de eso, el primer día que comencé a hacer el cambio para bajar de peso, mi madre hizo papas fritas de almuerzo (estoicamente me comí mi plato de atún con ensaladas varias…pero casi le paso la lengua al plato de mi hermana).

El problema anterior es bien fácil de atacarlo: Ser directo con los demás y evitar dar discursos eternos y filosóficos del respeto a tu cambio de vida. No hay nada más latero y poco saludable que ese tipo de personas que hacen dieta, te dan un discurso de una hora para explicar sus motivaciones y objetivos, incluso hasta te llegan a convencer un poco…y lamentablemente después (a la semana y sin exagerar) los vez comiendo cualquier cosa (y siempre es chatarra).

Aprendí que de nada sirve hacer ver a otros los beneficios de un cambio, si ellos no han tocado fondo y no están desesperados por cambiar. Consejo útil: “No meterse en donde nadie nos llama”.

Con lo anterior, no quiero enseñarte a hacer lo que yo hago, ni que vivas mi vida o algo parecido. Sólo voy a compartir contigo mi proceso, las cosas que me han servido, lo que he dejado afuera y lo que he adoptado. También compartiré cosas acerca de cómo mejorar internamente, para que sea saludable la relación entre verse bien por fuera y por dentro.

Si algo de lo que pueda escribir piensas que lo puedes usar y te sirve…HAZLO. Si tienes dudas y necesitas contactarme, no hay problema, si te puedo ayudar lo haré sin problemas y sin cobrarte (eso es lo mejor de todo).

Quererse  es un trabajo que empieza por uno y debes ser tú el que da el primer paso. Una vez que lo logres dar, te vas a dar cuenta que vas a tener a muchas personas detrás de ti para ayudarte con fuerza y ánimos y para sostenerte en esos momentos de debilidad.

Éxito y recuerden, la pesa no es el enemigo, el único enemigo es el que nos impide dar el paso y ese enemigo se llama MIEDO.

Un abrazo.

José


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